Los fenómenos meteorológicos extremos y la contaminación del aire afectan nuestra salud. Al mismo tiempo, la atención de la salud contribuye significativamente al cambio climático y, por consiguiente, a las enfermedades que procura tratar. Salud sin Daño ayuda al sector de la salud a reducir sus emisiones nocivas y a incrementar la resiliencia climática de sus establecimientos y de las comunidades a las que atiende, lo que permite expandir su rol y convertirlos en instituciones clave en la promoción del bienestar de la población.